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Presentación de M.A.Yusta el sábado 29/5...(gracias M.Á.)
Raquel Lanseros, la luz de la Bahía
Hay una coplilla que cantan los niños de Cádiz cuando sale el día “nublao”. Me la contaron hace unos meses y, como me la dijeron, la recito yo aquí esta noche. Dice así:
Se ha enfadado el sol en Cádiz
y se ha marchado del cielo
porque brillaban más que él
los poemas de Lanseros.
Pero eso no es todo, porque una noche, cenando tortillitas de camarones ( las mejores del mundo) en El Faro, allá en la puntita de la Bahía, escuché esta otra que, curiosamente, rimaba igual y relacionada, por segunda vez a Raquel con el cielo:
Hay miradas de mujer
que te transportan al cielo
Raquel, además, te lleva
con la sonrisa y los versos...
Entonces me dije que algo –mucho- tenía la poesía de Raquel Lanseros para que de tal forma fuera pregonada y celebrada en esa bendita tierra de poetas y belleza.
Por razones de trabajo, Raquel se desplazó a Murcia y después a León, donde reside ahora. “La Pulcra” tiene una competidora muy seria... y de allí nos llega esta noche esta poeta de quien diré poco más pues dejo las “notas biobibliográficas” ( las suyas y las de Fernando Sanmartín) para que las exploréis en la Red .
Sí quiero citar unas palabras de Javier Rioyo sobre nuestra invitada:
“Hace años sigo a Raquel Lanseros. Alguna vez hasta la he encontrado en carne mortal y todavía muy joven. Aún le quedan cuarenta y nueve años de vida. Esos son muchos poemas por delante. Su último libro ha sido premio internacional Antonio Machado. Lo único que no me gusta es el dibujo de la portada. Pero eso se compensa con la foto de Raquel en el interior. Y desde luego con sus poemas. Es una poeta que nació con el corazón entre las piernas y en un país que quería dejar de ser ineficiente, que quería dejar de ser un coñazo y que estaba a punto de soltarse el pelo. “
Raquel, digo yo, tiene la fuerza de un huracán disfrazado de brisa, es un torrente de amapolas frescas que se derrama ante el asombrado lector. Raquel es aire del sur y sol creciente y, además, escribe versos como estos:
TRADICION ORAL
Me gusta amarte hincada de rodillas.
Aquí, tan desde abajo, tan cerca de la tierra
relamo el palpitar de tu cuidado
y centro mi delicia en el transcurso.
No es de extrañar que el mundo sea redondo
¿Qué forma iba a adoptar, sino la de mi boca?
Tomadla a sorbos: la poesía de Raquel es fuego y sentimiento y os puede abrasar el alma...
Fernando Sanmartín
La discreta elegancia y pulcritud del poeta grande.
Lo veréis paseando tranquilamente por las calles de esta Ciudad de nuestras envidias, o tomando el sol en una terraza del Parque de Pignatelli, o intentando meter un cuadro demasiado grande en su coche (“No es fácil meter un paisaje dentro de un espacio reducido”).
Fernando Sanmartín es un hombre discreto, observador, viajero, con una mirada transparente, de mar en calma que, sumergida bajo los cristales de sus gafas, explora el mundo exterior con la delicadeza de quien sabe y teme que puede no ser correspondido con la misma sensibilidad. Le gustan los vagones de metro y trenes solitarios, los tranvías amarillos de Lisboa o las miradas perdidas en el regazo de mujeres que bajarán, para siempre, en la próxima parada.
Fernando pasea, ama, escribe, vive, respira, espera y cultiva la amistad, pensando que mañana puede estallar una tormenta que acabe con todas esas posibilidades.
Fernando, con su aspecto unas veces de vecino de Chelsey y otras de Boulevard Saint-Germain, lo mismo cena en un paquistaní de New Road que toma un exquisito café en el Flore.
Siempre discreto y elegante se adentra irremisiblemente en nuestra cotidianeidad, es bien recibido y él observa, piensa y escribe empapando la pluma de sinceridad.
Su obra narrativa está impregnada de poesía y su poesía es un viaje hacia la pulcritud no exenta de suave ironía, con esa delicadeza que se adivina en su mirada y con sabiduría nos dice:
“Escribir un poema. O emplear el folio en otra cosa. Escribir un poema. O utilizar el folio para una carta de amor, para un deseo, para una amenaza firmada que propicie nuestra detención.
Escribir un poema. O no escribirlo nunca. Saltar de un tren en marcha o a un río de aguas bravas. Y lastimarnos. Para de ese modo propiciar lo que el poema puede ser: un ejercicio de convalecencia.”
Fernando Sanmartín, la sensibilidad, el compromiso, la fina ironía la discreción y la elegancia, en fin, de quien camina sin molestar, sin vanidad, que es como lo hacen los grandes...de quien dice Marta Navarro, amiga y poeta excelente que...
“...sus libros de poesía te acercan a mundos alados, a medio camino siempre entre el sueño y la realidad, entre el tiempo pasado y el que vendrá. Una frontera que (Sanmartín) cruza, verso a verso, con facilidad. Un océano de papel que inunda con palabras llenas de niebla, de pómulos, de citas imposibles, de animales heridos, de funambulistas...”
y que tal vez esta noche nos soprenda trayendo a este lugar esa “Palabra que nadie ha pronunciado”
Ah y, en el intermedio musical, atención a “M.R.Z. Crocodrile.”. Vienen con nuevo disco y la preciosa música de siempre
Bien, pues buenas noches y a disfrutar.
Muchas gracias...
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